GEOLOGIA


Aldeadávila de La Ribera, está situada en el extremo occidental de la provincia de Salamanca en la penillanura salmantino-zamorana, una extensa zona relativamente llana con una altitud media de 750m. que hacia “las Arribes del Duero” presenta un fuerte encajamiento de la red fluvial, llegando en algunos puntos a los 130m. de altitud. Geológicamente se encuentra situada en la parte norte de la Zona Centroibérica (según la división de Julivert et al, 1972), del Macizo Ibérico o Hespérico que forma parte de la Cadena Hercínica Europea, formada esencialmente por materiales de edad Paleozoica (350 m.a.).

Afloran en la zona fundamentalmente materiales ígneos y metamórficos además de pequeños recubrimientos terciarios y cuaternarios. Los ortogneises prehercínicos afloran gracias al encajamiento del Río Duero.

Los depósitos más antiguos corresponden a metasedimentos sobre los que descansan discordantes los materiales del Complejo Esquisto-Grauváquico que sufren una actividad volcánica importante y se produce la intrusión de un volumen importante de granitos cuyas edades varían entre 618 y 540 m.a. Esta actividad magmática está probablemente relacionada con momentos tardíos de la Orogenia Panafricana.

Las series paleozoicas suprayacentes al Complejo Esquisto Grauváquico, que regionalmente se inician en el Ordovícico inferior, han desaparecido por erosión durante el ciclo alpino, pero originalmente debían extenderse por todo el área.

La Orogenia Hercínica afecta a los materiales a través de tres fases de deformación principal más algunos episodios tardíos, pero es durante el Mesozoico cuando comienza a generarse una superficie que se registra, a lo largo del borde oeste de la Cuenca del Duero y que es fosilizada por los sedimentos terciarios. Esta es atribuida a una morfogénesis poligénica desarrollada en condiciones de sabana a finales del Cretácico y cuya duración se prolongó hasta el Neógeno. Durante este periodo se sucedieron los procesos de alteración y degradación del zócalo, preparando los materiales para el ciclo terciario. El zócalo hercínico que había permanecido estable durante el Mesozoico comienza a finales del Cretácico, a notar los primeros pulsos de la Orogenia Alpina y es entonces cuando comienza la sedimentación de la Cuenca del Duero. Sin embargo, no es hasta el Oligoceno cuando se inicia la sedimentación en esta zona. Durante este tiempo el clima debió estar caracterizado por periodos prolongados de estiaje y cortos periodos de lluvias torrenciales(mediterráneo árido) durante los cuales grandes volúmenes de sedimento eran aportados a la cuenca mediante sistemas trenzados del N y NE.

Durante el Neógeno y Cuaternario la región experimenta un continuado proceso de encajamiento de la red fluvial, que va a ir dejando distintos escalones morfológicos hundidos hacia el oeste. Los depósitos que se conservan corresponden a los últimos de estos procesos, tratándose principalmente de glacis, coluviones, terrazas y pequeños recubrimientos aluviales de fondo de valle. La captura del sistema fluvial endorreico de la Cuenca del Duero por la red de drenaje atlántica produce importantes procesos erosivos en el margen de la cuenca, cuyas últimas manifestaciones son los profundos encajamientos de los ríos Duero y Uces.

Estructuralmente toda la comarca está relacionada con la megaestructura o la macrounidad tectónica que se conoce como “Domo del Tormes” que se extiende por las provincias de Zamora y Salamanca, desde el río Duero hasta casi la Fosa de Ciudad Rodrigo, en dirección N-S, y desde Tras-os-Montes hasta el Terciario de la Cuenca del Duero en dirección E-O

Se trata de un área constituida por migmatitas y “granitos de Anatexia”. La formación del Domo del Tormes ha de explicarse por la existencia de un fuerte gradiente térmico durante la Orogenia Hercínica capaz de generar anatexia en niveles altos de la corteza, relacionado con el episodio de descompresión extensional. La deformación Hercínica (Devónico superior-Pérmico) produce el efecto principal en las estructuras del área.

Cobertera sedimentaria

Son depósitos detríticos (conglomerados, arenas, arcillas,..) de poca potencia, que yacen discordantes sobre el basamento.

•   Coluviones: desarrollados en ladera con escaso transporte y gran variedad litológica. (Cuaternario). Corresponden a zonas de aporte desarrolladas sobre materiales graníticos, metamórficos y filonianos.

•   Conos de deyección: son de escaso desarrollo y restringidos a la salida de encajamientos de poco recorrido y escasa incisión. (Cuaternario)

•   Aluvial: reducido a pequeños tramos de ríos y arroyos en los que el encajamiento ha permitido la movilidad horizontal de los cursos de agua.(Holoceno).

•   Glacis: Se diferencia un solo tipo de depósitos en los alrededores del Pico de la Cabeza. Se caracteriza por la presencia de cantos de cuarzo y rocas metamórficas con tonalidades ocre rojizas.

•   Canchales: Depósitos asociados a los fuertes encajamientos de la red de drenaje, formados por fragmentos líticos de gran tamaño.

Basamento

Ocupa la mayor parte del área, se distinguen los siguientes tipos de rocas:

•   Metamórficas. Pertenecen a la compleja megaestructura domática tardihercínica,           denominada Domo Gneisico del Tormes:

o                    Metapelitas del complejo esquisto grauvaquico (Precámbrico- Cámbrico)

o                    Paragneises pelitico-samíticos con intercalaciones de cuarcitas feldespáticas y gneises cuarzofeldespáticos.   Aparecen en los sectores más profundos como la zona del Rostro de Corporario.

o                    Leucogneises cuarzo-feldespáticos migmatiticos bandeados.

o                    Gneises glandulares y de grano fino, de edad pre-hercínica que pueden representar antiguos granitos. Además, existen anfibolitas, cuarcitas, rocas de silicatos cálcicos y mármoles

• Igneas. Rocas graníticas hercínicas, de edad Carbonífera, (Leucogranitos   anatécticos y granitos biotíticos). Aflora en bolos redondeados de tamaño métrico   dando berrocales que a veces presentan color rosado debido a procesos de   episienitización. (Macizo de la Presa de Aldeadávila de La Ribera).

Leucogranitos de dos micas, en el Norte, en los encajamientos del Duero entre el Rostro y el Río Uces. Presenta enclaves migmatíticos.

Granito-Leucogranito de dos micas, aparece en pequeños afloramientos en el Norte a lo largo del Río Duero. Aflora en bolos de pequeñas dimensiones dando berrocales y una topografía de relieves alomados. (Macizo Fuentes de Masueco).

Granito de dos micas aparece en el SO del municipio, paralelo al Arroyo de la Ropinal (Macizo de Mieza- Cabeza del Caballo, facies Mieza).          Granito de dos micas con textura “ala de mosca”, intrusivo sobre todos los granitos que le rodean (Macizo “La Zarza de Pumareda”). Al norte se ha          diferenciado una facies de grano más fino denominada granito de          Aldeadávila de La Ribera.

Rocas filonianas: Diques de cuarzo (Sierros): de Cuarzo lechoso con una dirección constante NE, formas sigmoidales de métricos a kilométricos. Leucogranitos moscovíticos, microgranitos, granitis aplíticos, aplitas y pegmatitas. Son los diques más abundantes, forman una inmensa red filoniana    encajante   en    los   sedimentos   del  complejo-  esquisto- grauváquico, excepto en la franja de afloramiento E-O entre el Salto de Aldeadávila de La Ribera y el Cerro del Tablado