Complicado, lento y peligroso, así ha sido el encierro de Francisco Madrazo en Aldeadávila de la Ribera, segundo de las fiestas y que se desarrollaba en una mañana más fría de lo normal. Y todo lo rápido que discurrió el encierro de ayer con los novillos de Rollanejo, fue de lento este lunes el encierro de Madrazo con cuatro novillos bien presentados, pero que presentaron serios problemas en el recorrido, haciendo que el encierro fuera muy peligroso.
A las nueve de la mañana se escuchaba el cohete anunciador de la salida de la manada del prado del Rocoso, pero hasta pasados 20 minutos no se comenzaron a escuchar las campanas anunciando la llegada a la zona del matadero. Y fueron pasados unos metros de este lugar, ya a la entrada del pueblo, cuando los novillos de La Vádima se dieron la vuelta dirección de nuevo al Rocoso.
Los caballistas comenzaban así un nuevo encierro, pero esta no sería la única incidencia. Ya de regreso a las calles, uno de los novillos se emplazó en el recorrido y obligó a los encerradores de a pie, con la ayuda de mozos, a llevarlo poco a poco hasta la plaza. Una vez el coso, la manada permaneció unos minutos al completo hasta su entrada en corrales. A continuación, se daría suelta a una vaquilla.
Como el día anterior, las peñas pusieron la animación en las calles, minutos antes del encierro, de la mano de la charanga La Clave.
Para esta tarde se espera la novillada con la actuación de los novilleros Juan Alberto Torrijos y Cristóbal Arenas, de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca. Por la noche está programado un espectáculo correfuegos a cargo de Damonion, con salida de la Plaza, además de una verbena con la orquesta Tango en la zona del albergue.
Mañana martes tendrá lugar el tercer encierro de las fiestas con novillos de Valdeflores, y por la tarde la novillada en la que están acartelados los novilleros Julio Norte y Noel García. Por la noche tendrá lugar una verbena con la orquesta Pikante.