Vibrante encierro el vivido este jueves en Aldeadávila de la Ribera, cuarto y último de las fiestas, y en el que se encerraron cuatro novillos de Valrubio, bien presentados, dos colorado y dos negros, que llegaron sin incidentes al coso ribereño guiados por cuatro caballistas y cinco mansos.
Conforme a la hora prevista, las nueve de la mañana, se escuchaba el cohete anunciador de la salida de la manada del prado del Rocoso, aunque la llegada a San Maros se hizo esperar más de lo habitual, 22 minutos de reloj, lo que dice que el traslado de los astados se realizó al paso hasta pisar el cemento.
Sería en este tramo en el que los jinetes imprimirían una mayor velocidad a la manada, lo que hizo que se disgregara y los novillos aparecieran en Mimbreros chorreados, por delante, a unos 80 metros, un colorado seguido de uno negro, y después el resto de la manada más compacta.
Una vez con los novillos en toriles, para esta tarde está prevista una novillada en cuyo cartel están anunciados los novilleros Álvaro Rojo y Samuel Castrejón. Ya en la noche, la Plaza del Cardenal Martín Herrera acogerá el entierro de la sardina.
Cabe destacar la animación imprimida por las peñas, junto a la charanga Bongo Band, en cada uno de los encierros. Aunque este jueves es el último día de las fiestas, la bajada de peñas antes del encierro ha sido tan numerosa como la de días anteriores.